Soy un agujero negro. El inicio del universo
Unas manos me abren el cuerpo, ya ni el sudor
Parece mío.
El sonido es silencio y el tiempo estático
¿Qué es eso? ¿Es eso acaso un orgasmo?
Sé que hay sangre en el piso. Y duele. Arde
Apaguen el fuego entre mis piernas
Saquen a este ser de una vez. Es mía, pero, es más
Del mundo
Empujo y me sumerjo en mi propio agujero negro
No soy nada más que una mujer gritando como todas:
¡Sácala de una vez!
Estoy furiosa. En todo este cuarto soy la única que sufre
¿Por qué no traen a otras y así nos rompemos juntas?
Cabeza afuera. Hombros afuera. Piernas afuera
Faltan los pies que se deslizan como gusanos en barro,
Como seda en las manos, como sábana en cuerpos,
Como deditos en entrañas.
Es morada, no rosada
Sus ojos están abiertos, no cerrados
Su piel es arrugada, no tierna.
¿Es eso un bebé?
Río, tiemblo. Ya no soy nada
En todo el cuarto, soy la única invisible.
Aun así he ganado y ella, resbalosa, también.
Comunicadora y periodista con más de diez años de experiencia en medios periodísticos. Ha trabajado en los diarios La República y El Comercio, y en las revistas Gestión, ¡Hola! y Cosas. Cursa la Maestría en Escritura Creativa de la PUCP. También es profesora de yoga y respiración.