Ópera Prima

El imperio y sus despojos

de Juan Mauricio Muñoz Montejo
Por Leonardo Ledesma Watson
Escucha un fragmento de El imperio y sus despojos, en la voz de su autor,
Juan Mauricio Muñoz Montejo.

Juan Mauricio Muñoz Montejo. El imperio y sus despojos. Lima, Animal de Invierno, 2023. [Novela]

Entre el singular y el plural no solo hay una diferencia de número. Puede ser, sin llegar al drama gratuito, un escenario tal vez de soledad corrosiva que precise de mano ajena, o de compañía con disfraz perpetuo que rescate sin miramientos. Sin embargo, hay un punto único en el que, a pesar de andar rodeado por otra gente que habla igual que uno, piensa igual que uno y sufre igual que uno, emerge el aislamiento. Allí, uno es observado con desconfianza y siempre procura andar con las manos afuera de los bolsillos para no levantar sospechas.

Esa misma carga de tensión se imprime ahora en nuestras almas, pero ya no se juzgan las intenciones, sino los rostros, las procedencias y los idiomas. La paradoja es que, en ese espacio, quienes hablan igual no dominan, sino que se someten. El monopolio lo tienen ellos, que no son muchos, pero dan miedo. Ellos y no nosotros. En un lado, se agazapan quienes quieren mantenerse bajo el manto de lo desapercibido y rezan en silencio para que no los huelan. En el otro, los que ya tomaron por asalto los cuerpos ajenos y, aunque no sepan cómo se llaman, ya saben cómo nombrarlos: inmigrantes, ilegales, indocumentados, sudacas, negros, yeguas, ponys, coyotes, mojados, ventajistas, mexicanos. Con esa escena potentísima, empieza El imperio y sus despojos, la magnífica novela de Juan Mauricio Muñoz, quien algún día también tuvo que verse cara a cara con una oficial de frontera o de inmigración y esperar que ella o él no le dijera: «No entras, regrésate».

La novela —que, siendo corta, posee una potencia inusual— nos lleva por los grandes temas que, hoy más que nunca, se ven en los medios o en las esquinas: la migración, el racismo, la violencia, las pandillas y más. Muñoz va a los golpes sin miedo y sin medirse, y, sobre todo, sin el afán de caer en el morbo, la autoindulgencia o la repetición. Capítulo a capítulo, el lector se horroriza, pero también se siente interpelado, aunque el narrador no ande a los gritos. En El imperio y sus despojos, además, se ofrece una travesía en la que el maltrato psíquico y corporal son indivisibles, un texto con saltos temporales como los que tiene la memoria cuando se convierte en refugio.

Lo que destaca en la obra es la manera en que Muñoz logra, con sutileza, trasladar al lector al universo emocional y físico de aquellos que, por razones ajenas a su voluntad, se ven arrojados a los márgenes de la sociedad. La precisión con la que el autor describe las pequeñas y grandes violencias cotidianas, tanto en las relaciones personales como en las dinámicas sociales más amplias, es lo que hace de esta novela algo más que una simple narración sobre la migración o el racismo. Es, en esencia, un retrato de la fragilidad humana frente a sistemas que la aplastan, y también una reflexión sobre las identidades fragmentadas y los cuerpos que son, al mismo tiempo, territorio de conquista y resistencia.

Otro aspecto que vale la pena destacar es la estructura narrativa. Cada capítulo es como un eco del anterior, una resonancia que nos recuerda que el pasado nunca está completamente enterrado, y que lo que somos hoy está irremediablemente marcado por lo que fuimos, incluso cuando no queremos recordarlo.

La sensibilidad de Muñoz para abordar estos temas proviene, sin duda, de la amalgama entre experiencia y lecturas. Este no es un relato que se cuenta desde la distancia segura de quien observa desde afuera, sino desde la vivencia íntima de quien ha caminado por esos mismos senderos de incertidumbre, miedo y lucha.

Juan Mauricio Muñoz Montejo

Personaje no ejemplar para nadie y boxeador máster en sus tiempos libres. Magíster en Escritura Creativa por la PUCP. Ha publicado los poemarios El lado oscuro y Autogolpe, el libro de cuentos  Al norte no está el paraíso y la novela El imperio y sus despojos

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