Ópera Prima

Agua

de Lucero de Vivanco
Por Álvaro Sialer Cuevas
Escucha un fragmento de Agua, en la voz de su autor,
Lucero de Vivanco.

Lucero de Vivanco. Agua. Lima, Cocodrilo Ediciones, 2023. [Novela]

Novela corta, autoficcional, fragmentaria, intertextual. Agua es un buen ejemplo de cómo la literatura, al igual que muchas otras creaciones humanas, es una eficaz herramienta para producir sentido en un mundo que cada vez lo tiene menos. 

La protagonista de esta historia, cuyo nombre nunca se menciona de forma expresa, narra su vida en primera persona, pero no a la manera de un recuento personal o de una saga familiar, sino de forma episódica y no necesariamente cronológica. Uno de los elementos constantes en su vida es la natación competitiva, que practica desde muy corta edad, entrenada por su padre ―un antiguo campeón deportivo― y bajo la imagen ganadora de una de sus hermanas mayores, campeona de natación. Las exigencias de este deporte que se le impone configuran su vida y vertebran el relato, al punto de que, al final del primer capítulo, la narradora se pregunta: «¿Cuál es la onomatopeya para el agua cuando rompe el silencio?». Es una pregunta que busca recordar, pero también reflexionar. En el epílogo de la novela, nos ofrece una respuesta. Entre ambos momentos, el silencio se ha roto. La narradora ha hablado, ha contado su historia, ha recurrido a su memoria para recuperar momentos felices, placenteros, pero también dolorosos, y los ha hilvanado con la fragilidad y la honestidad propios de quien rememora para unir los puntos y entender lo que ha vivido. El final de la novela nos hace partícipes de su asombro, su indignación y su renovada confianza en sí misma. 

Asistimos a esta exploración y reconstrucción del yo a través de una estructura de tres partes, cada una compuesta por múltiples capítulos breves. En la primera, «El cronómetro», se cuenta la infancia y adolescencia de la protagonista en Lima, y el desarrollo de su carrera de nadadora, al tiempo que se nos introduce al repertorio de padres y hermanos de la protagonista, así como a las dinámicas familiares que establecen entre ellos. En la segunda, «Fines de mundo», vemos su adultez y su nueva relación con la natación. Como sugiere el título de esta segunda parte, la protagonista viaja a diferentes ciudades para dialogar con diversos personajes de su pasado y a veces confrontarlos, a fin de cerrar círculos y heridas. El epílogo es la tercera parte, el cierre del relato, el punto en el que la narradora se da la vuelta por última vez para mirar su recorrido, concluir su viaje y afirmar su presente, libre de la historia que acaba de confiarnos y acaso lista para permitirse una nueva vida, para ingresar —una vez que cerremos el libro— a un inédito y desconocido mundo, como un nadador de piscina que abandonara ese deporte para dedicarse al nado en aguas abiertas.

Un elemento clave en este ejercicio de memoria que ejecuta la protagonista es la articulación de los recuerdos con diversos textos, con los que dialoga. Textos que han formado parte de su vida personal y familiar, y que, al ser colocados en el lugar correcto, les otorgan un nuevo significado a esos recuerdos. Estos textos son, entre otros, canciones pop, décimas de Nicomedes Santa Cruz, recortes y citas periodísticas (reales o ficticias, no interesa) y también fotografías, casi todas antiguas, como reliquias familiares, pero también otras recientes, seguramente tomadas con celular, y organizadas de manera sorprendente. Descubrir el carácter no decorativo de estos otros textos es uno de los mayores placeres de la ficción que nos ocupa.

Terminada la lectura, caemos en la cuenta de que la protagonista ha tenido que nadar primero para narrar después. A nosotros se nos invita a hacer la operación inversa: leer primero para contemplar, finalmente, el agua en la que —a veces— nadamos, nos hundimos o nos ahogamos. ¿No nadas, lector? Ten cuidado: el agua sigue ahí, y los bordes de la piscina son peligrosos en la noche.

Lucero de Vivanco

Estudió Lingüística y Literatura en la PUCP. Obtuvo su licenciatura en Filología en la Universidad Complutense de Madrid, y cursó la maestría y el doctorado en Literatura en la Universidad de Chile. Se desempeña como profesora titular de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Alberto Hurtado, en Santiago. Su investigación se articula en torno a temas de violencia y memoria en la narrativa latinoamericana. Es autora de los libros  Umbrales de la víctima. Representaciones, construcciones y discursos (Universidad de Guadalajara, 2024), Dispares: violencia y memoria en la narrativa peruana (PUCP, 2021) e Historias del más acá: imaginario apocalíptico en la literatura peruana (IEP, 2013). En el ámbito de la literatura creativa, ha publicado el poemario Travesía nocturna (La Crisálida, 1998), los relatos «Escrito por una elefanta: recetas para encontrar un hogar» (Cocorocoq, 2022) y la novela Agua (Cocodrilo, 2023).

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