uno
entrar en mí
como en una irresistible
una insondable
una desconocida casa.
cruzar el umbral y prender la luz
que nadie usa,
pero alguien siempre paga a tiempo.
colgar el abrigo en el perchero,
sacarse los zapatos
y armarse de paciencia
aquí se está bien,
aquí no hay nadie.
cuatro
el problema
de no tener nada por dentro
es que no basta
con cerrar las puertas y las ventanas,
ignorar el timbre y apagar las luces:
siempre hay una rendija
por la que se introducen
lo ajeno y lo lejano.
seis
soy el vacío escenario
de las voces que me habitan.
un papel en blanco
una garganta cualquiera.
aquí no hay orden ni belleza,
solo una puerta abierta
hacia el abismo.
Estudió cine y, durante muchos años, trabajó produciendo películas en Francia. Volvió a Lima y ahora trata de ganarse la vida escribiendo. También intenta escoger los temas sobre los que escribe, pero piensa que son ellos los que lo escogen a él.