Fábulas distópicas

Ángela Andrea Padilla Trinidad

Metamorfosis

Primer acto

Luce como un monstruoso insecto hasta que toma un café y emprende sus rituales de higiene
moral para llegar, menos monstruoso y más insecto, al juzgado.

Segundo acto

Aletargado por la siesta vespertina, el insecto tuvo que hacer malabares para no caerse de su
burocrática silla.

Tercer acto

Ya en casa, insectísimo, cuelga con pulcritud su traje y masculla un rezo para tener un sueño
tranquilo.

2

Juicio

—No fue el Autor… —confesó el Conejo entre lágrimas— ¡¡¡fui yo!!!
Conmovidos, los distinguidos miembros de la Corte del Sombrero resolvieron encarcelar al
Autor y otorgarle inmediata libertad al Conejo.

Libre al fin, el Conejo buscó otro Autor, menos cretino que el anterior.

3

¡Baila, Ana Bolena!

Hay un chiste de mi abuelo que resume bien nuestra infancia. Él tomaba por el cuello una
gallina cualquiera, pisaba fuertemente sus patas y ¡zas!, de un tajo limpio le volaba la cabeza.

Entonces aplaudía riendo: «¡Baila, Ana Bolena!», mientras el cuerpo obedecía el ritmo de la
muerte.

4

Mar

Hoy cayó un niño en mí. Lo he mecido hasta ver su carita en calma.

Desde la orilla, llegaron unos gritos: exigían de vuelta al niño. Aunque en un primer
momento me enardeció el egoísmo humano, decidí regresar al pequeño, todavía dormido.

5

La carcajada

  • JAJAM… JA JA JA.

Esa fue la primera y última carcajada de la criatura en la Tierra.

6

Nuevos apuntes sobre la evolución humana

  1. Homo sapiens

El bípedo moderno reposa su mundo en almohadas hipoalergénicas. Manicura sus pezuñas
con tonos de oficina. Peina su pelambre a punta de gel para disimular su condición de
mamífero. Saliva ante sus genitales acicalados y los perfuma, por el bien de la especie.

  1. Millennials

Es plausible afirmar la existencia de una nueva especie denominada millennials.

Se desconoce si tiene ancestros comunes con el ser humano o con el primer ordenador binario
programable electromecánico. Estos especímenes son autótrofos, ya que se nutren de su
propia opinión, que es inorgánica. Su ecosistema favorito es aquel que garantiza wifi.

Están en peligro de extinción a causa de sus propios dislikes.

7

GPS

Debo de haber caminado hasta donde el GPS deja de funcionar: me he topado con un gran
unicornio.

8

Hipócrates

«Hay una bola de fuego en mi garganta», dijo el hombre con evidente dolor. «Amigdalitis»,
corrigió en clave profesional el médico y lo envió de regreso a casa, con pastillas para tres
días.

Al cuarto día, el hombre estaba primero en la cola de enfermos. Haciendo un mohín cansado,
el médico comprendió que aquel hombre necesitaba un abrazo.

9

Lidia

Sin inmutarse, Lidia mira directamente a mis ojos: está dispuesta a usar la banderilla de la
forma más fiera y eficiente. Lo que toca es mostrarle por qué dicen que tengo tres mil kilos
de fuerza en solo un cuerno.

Ella sigue mi ritmo, o yo sigo el de ella. Ya nadie sabe quién acecha a quién porque la única
certeza es que estamos dispuestos a repetir la mejor historia de amor: morir juntos.

10

Gravedad

Suele decirse de los gatos que expresan un afecto esquizoide. Lo que no se aclara —y he aquí
mi humilde reclamo— es que, de pequeños, son el bisoñé purrfecto; que su visión ha
evolucionado al punto de escanear almas; y que algunos, pese a su encantador sobrepeso,
tienen carne magra. ¡Exquisita!

Por ello, como yo llevo mucho tiempo informándome sobre el asunto de los gatos, no me
asusté nadita cuando Mao desafió la gravedad.

11

Día de adopción

La perra mueve la cola junto a sus cachorros buscando ser adoptada por esos seres ruidosos
de textura impermeable. Se acerca uno y recoge al coqueto cachorro que lame su mano. Se
acerca otro y recoge al que tendrá porte de guardián. Se acerca el último y recoge al que
queda. Le va hablando en el idioma de los monstruos diminutos.

Ella pudo haber ladrado, a manera de ruego desesperado, mas no lo hizo. Sabiamente, guardó
fuerzas para continuar calle abajo.

12

Choclo

Llámanos como desees: Choclo, Elote, Mazorca, Maíz. Nuestro destino era ser los primeros
humanos con corazón de oro, pero los mayas y quechuas, celosos, desgranaron nuestros
dientes y se los dieron sancochados a sus hijos, guardando el secreto dorado de Abya Yala.

13

Papagena

Con su presencia de musa, años atrás, Papagena evitó que un ser mitad pájaro mitad hombre
sucumbiera al autoaniquilamiento.

Pero a ella, colgada ahora de una sólida rama, ¿quién la salvará?

14

Lógica

No fue el hambre, tampoco el dolor. Fue la sed la que lo impulsó a abandonar la cama, dar
cinco pasos hacia la vieja hornilla y verificar algo tan lógico como el perol vacío de un
enfermo que está solo.

15

Tres días

Quién estará mirando los ojos amarillos de mi felino. Busco el arenero que dejé en la inútil
tarea de domesticación que duró tres días. No está. Busco el platito de croquetas que, a estas
horas, encontraría vacío. No está. ¿Será posible…? No, no puede ser. Yo lo acaricié. Él me
entendió. Tal vez me ha abandonado ahora para tomar cierta decisión vital que he venido
aplazando todos estos años…

¡Tres días…! No sería la primera vez en la historia de la humanidad que alguien ama lo que
no conoce.

16

Amicus

Retomando la cursi pregunta de quién es el mejor amigo del hombre, descartamos de plano al
gato, que —pese a su popularidad entre los bohemios— no olfatearía nuestro rastro en medio
de los escombros. El perro, en cambio, suele ir hacia uno para hacerlo feliz. Y sabemos bien
que el hombre valora ese gesto porque está irremediablemente solo.

17

Mersault

La madre ha muerto y al entierro asiste, acongojado, el hijo que nunca tuvo.

18

Philogelos

Además de importantes cuestiones como el derecho romano, Occidente heredó algo más útil:
la risa romana, de la que ni el mismísimo Augusto se salvaba.

19

Versiones del apocalipsis

I

Tres pares de ojos despertaron en el irrevocable fin del mundo. A las pocas horas,
desapareció el rastro de toda lágrima.

II

Lamió la mano de la mujer. En nada se parecía a la Bestia que los sacerdotes anunciaron con
pavor.

III

Y solo hubo vida en los libros.

M
M

Ángela Andrea Padilla Trinidad

Estudió Derecho en la PUCP. Ha ejercido como adjunta de docencia en Filosofía del Derecho y, actualmente, estudia la maestría en Desarrollo Humano en misma casa de estudios Se desempeña como conciliadora extrajudicial y está escribiendo su primera novela.

maestria.escrituracreativa@pucp.edu.pe
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